Entradas

Mostrando entradas de junio, 2017

Mamá TOC TOC- Parte 1

Imagen
Hace unos cuantos años (en realidad no tan "muchos"), mi vida estaba marcada por la perfección en los detalles. ¡Todo debía ser perfectamente perfecto!.... Antes de ser mamá, fui primero novia y luego esposa. Mi TOC empezó a llegar a su pico más alto cuando mi esposo y yo nos casamos y nos fuimos a nuestro dulce hogar. Nuestro nidito de amor debía ser perfecto (si eres TOC, sabrás lo que quiero decir con "perfecto"). Alguna vez te has puesto a pensar. ¿Quién rayos se hace bolas por un mantel colocado un poco chueco? O ¿Qué de malo hay en que una etiqueta de un dulce esté mal cortada? O ¿Quién descarta el té, cuando el filtrante no tiene el papelito o se le sale justo antes de ponerlo en la taza?. Si eres TOC y llegaste hasta aquí, ¡Yo me pongo feliz! Porque sé que no soy la única que sufriría de achaques por esos detalles. Es básico para un TOC, reconocer que lo sufre. Al tener mi casa con mis cosas, dejar todo ordenado (en extremo) y para que te digo que n

Gluten- Una vida paralela

Imagen
Han pasado 31 años de mi vida y jamás pensé que todo lo que uno ya dio por definido, por sentado o por "¡Yo soy así y punto!", puede terminar cambiando. En estos 31 años, jamás he tenido que variar mi dieta, o hacer algún tipo de dieta por salud (por unos kilos demás, quizás, pero por salud ¡Nunca!). Sin embargo, esto de dejar el gluten de lado, me ha llevado a rediseñar mi estilo de vida. ¡No puedes comer PIZZA! ... ¿Pero por quéeeeeee?.... ¡Tiene harina!. ¡No pasteles, no panqueques!... Pero ¿Los panqueques por quéeeeee?... ¡En fin!, hay mucho, muuucho por asimilar (y apenas voy terminando de asimilar que Josefina muerde desde hace 4 meses atrás). ¡Amo comer!, medido, por supuesto. Hoy más que nunca, estoy comprometida con mi casi nueva vida alternativa y estoy empezando a vivir en "paralelo al gluten". Dicen que no es indispensable para vivir (y no sólo lo dicen, es enteramente cierto), hay muchos alimentos que sí son indispensables y ricos en nutrientes

¡No quiero comer Mamá!

Imagen
¡Admítelo!. Te ha pasado y si eres de las personas que nunca les ha pasado. Nunca digas nunca porque yo pertenecía a ese grupo selecto de las mamás del "mi hij@ nunca..." ¡Y mírame!. Escribiendo un post muy revelador. Mi cuento de hadas (ese, en el que mi beba abría la boca y recibía la comida sin reclamos, en el que no usaba babero  a partir del decimo mes porque según yo "no le gusta ensuciarse al comer" y "se sienta sin problema a comer casi toda su comida"), empezó a los cortos casi 6 meses de Josefina. Ella moría por probar un bocado de nuestra comida y la pediatra nos dio luz verde para darle alimentos. Pronto la tuve devorando sus platillos de papillas y compotas. ¡Me saqué la lotería! Decía a diario dentó de mi. Sexto mes, séptimo, octavo.... 13 meses después, y de pronto, sin que me de cuenta, las cosas empezaron a cambiar de a poco (era como que mi miniyo "calculara fríamente" sus siguientes pasos. En serio, en un momento me di cue

El GLUTEN y yo- 31 años después.

Imagen
¿Les ha pasado?. Cuando pensaban que todo en la vida lo tienen hecho, de pronto pasa algo inesperado... Tengo 31 años, he vivido mi vida como cualquier mortal, conozco mis alergias y las cosas que me hacen daño; tengo bien definido mis gustos y mis "no gustos". Prácticamente tengo todo definido en mi vida y de pronto, así por así, en un momento que ni cuenta me di. Mi cuerpo se ha rebelado, ha protestado y de un sólo baldazo, me ha dicho sin rodeos: ERES INTOLERANTE AL GLUTEN. - ¿What?. Espera. ¿Cómo así?. ¿Por qué?. ¿No estás tía para esas vainas?. ¡¿Pero no hace ni un mes que dejaste tu súper receta de Quiché y el tallarin verde?!. ¿Acaso uno no nace con eso?... ¡Jaaaaa!... La vida se ha reído en mi cara y sólo me queda morirme de risa con ella. ¿Les cuento cómo me enteré?. Bueno, preparen su canchita y unas cuantas bebidas (sin cebada porque tiene gluten), que está historia de mi "Yo sorprendido" por tal noticia, va a ser un poquito larga y les aseguro qu

Déjame ser MAMÁ...

Imagen
Apenas supe que estaba embarazada, me invadiron dos sentimientos nuevos: El miedo y esa felicidad que solamente se siente cuando llevas a un ser dentro de ti. Éramos 3 en nuestro mundo de esta etapa, pronto compartimos la noticia y, es ahí donde saltaron los consejos perfectos, esos consejos que te ponen la maternidad con una valla taaaaan alta con esos consejos típicos de "mamás perfectas". En ese punto, tan pero taaan fastidioso punto, empecé a "auntoconcientizarme" hacia donde debía llegar. Eran tantos los consejos que recibía y eran tan "omnipresentes" las "mamás perfectas" que llegué a un punto en que no quise escuchar más, no quise que nadie me diga nada o si me decían algo, simplemente mi cabeza se transportaba a la dimensión desconocida y no las oía para nada. Cuando nació Josefina, al momento que me la entregaron en brazos, me regresó a la mente todos los "blah blah blah!" de las "mamás perfectas", a penas di a l