Pequetema- El poder de las etiquetas
Desde que Josefina nació, siempre intenté imaginar cómo sería ella; el carácter que tendría y la personalidad con la que afrontaría al mundo. Pronto empecé a descubrir en ella sus emociones a flor de piel y es que desde que abrió los ojos en éste bello planeta ella ha tenido que aprender a sobrellevarlo y todo lo que acompaña su día a dia se está reforzando de a poco a medida que crece. Es en éste punto en que me doy cuenta que sin querer como mamá empecé a usar etiquetas y peor aún, frente a ella (gravísimo error)...
Josefina cumplía un mes de nacida y yo ya la había etiquetado con un "es renegona". ¿Cómo nació la etiqueta?. ¡Sencillo!. Yo "creí ver" o "supuse" que Josefina era renegona porque se entercaba para pedir teta y lloraba peor si le ofrecía el biberón. Gravísimo error de etiqueta y más aún, una catástrofe al reforzarla (si contarle a mis cercanos que ella era una minigruñona suena gracioso al principio, pero no es tan gracioso cuando empieza a crecer y ya les contaré por qué).
* ADVERTENCIA: Las siguientes líneas son sólo una opinión personal en base a algunos artículos y libros (relacionados al tema) que leí. Para despejar dudas, recomiendo consultar a un profesional.
Desde mi punto de vista, pienso que a nosotros los papás nos encanta etiquetar a nuestros peques y sobretodo con "etiquetas negativas". ¿Cómo así? , pues a medida que los pequeños van creciendo y como las etiquetas negativas suenan "taaaan divertido" porque son chiquitos y son el mejor pretexto para justificar la acción de lo que puedan estar haciendo y de alguna manera es lo peor que podemos hacer como papá o mamá. Esas etiquetas empiezan con un "es terrible", "desde pequeño se impone y es unx renegxn", "es una bala", "es unx berrinchudx", "es unx protestonx", "es muy nerviosx", "es resentidx", "mi terremotito", "mi huracán", "es una máquina del mal", "es resentidox", "celosx", "pega cuando le llaman la atención ", "es hiperactivo", etc, etc, etc. ¿Reconoces alguna etiqueta o me faltó nombrar la etiqueta para tu peque?.
Las etiquetas nacen porque nos sentimos ansiosos por conocer a la perfección a nuestrxs peques una vez que han nacido. Nos enamoramos tanto de ellxs que queremos saber todo de todo y eso indudablemente no pasa de buenas a primeras (a mi me pasó). Ellos van creciendo y a la menor acción de nuestrx pequeñx reaccionamos con una etiqueta ¡y qué etiqueta!, la mayoría de veces no es una etiqueta positiva (¿o es que alguna etiqueta mencionada líneas arriba te parece positiva?).
Solía etiquetar a Josefina con una de las peores etiquetas al mes de nacida, la etiquetaba de RENEGONA y pronto descubrí que no lo era, sólo dependía de mi seguir alimentando esa etiqueta negativa o sustituirla por una que de verdad derroche positivismo y ayude al control de las emociones de un pequeño ser que a penas estaba empezando a descubrir esas sensaciones y que era una potencial bomba atómica a punto de explotan. Opté por empezar a ser positiva ¡cuesta mucho (horrores) cambiar ese chip!. Me costaba corregir a mis familiares o amigos cuando la "reetiquetaban" de lo mismo. Sólo depende de unx mismx cómo padre y madre y también depende de cómo volcamos y desaparecemos las etiquetas negativas que gracias a nosotros, otras personas "reetiquetan" a nuestrxs hijxs.
A parte de observar a Josefina, estuve leyendo varios estudios en niños y la formación de la personalidad y del carácter y ¡Oh sorpresa! NOSOTROS COMO PADRES somos la principal influencia de ello. Quería asegurarme de estar haciendo lo correcto con Josefina y sobretodo estar guiando bien a mi pequeña, ahí me di cuenta de las muchas fallas que como padres estábamos cometiendo mi esposo y yo (te voy a explicar de manera sencilla para que me puedas entender un poco mejor). Imagínate que ingreses a un nuevo trabajo y el primer dia te etiqueten de "incompetente" o "desastrosx" (o de la etiqueta negativa que crees tú, puedan etiquetarte), te lo repitan a diario en tono de broma o el tono que quieras y sobretodo cada vez que tengas alguna frustración bajo presión, te aseguro que al poco tiempo empezarás a sentir los estragos de dichas etiquetas ¿o no?, pueda que empieces a sentirte "incompetente" o que "eres un desastre". Quizás el hecho de ser adultos ya formados no nos afecte pero de que deja una huella, la deja. Entonces ¿Te imaginas etiquetar a alguien que aún no tiene el manejo y mucho menos el control de sus emociones?.
La personalidad y el carácter de un niño se forma hasta el sexto año de vida aproximadamente (casi a la par con el desarrollo del cerebro). Eso quiere decir que durante ese tiempo, depende mucho cómo lxs formemos y depende mucho de unx como papá o mamá el cómo y con qué etiquetas lxs estamos formando.
Hasta aquí creo yo, me has ido dando alguito de razón ¿o no?. Si aún no puedes darme la razón, pues voy a explicarte un poco de cómo funcionan las etiquetas y el poder que tiene en un bebé, repito que es bajo mi punto de vista y propia experiencia (y muuuucha observación).
Como ya expliqué líneas arriba, Josefina fue etiquetada por mi, luego por la familia y casi se esparce hacia los amigos (así como el virus T y el ataque zombie). Pude frenarlo a tiempo pero fueron apareciendo etiquetas nuevas y no de parte mía o de mi esposo, esas etiquetas venían de la familia, de los amigos y del centro de estimulación ¡Quería morirme!. Por ahí la etiquetaron de "terrible" a sus cortos 7 meses, ella empezó a ser terrible y yo dentro de lo que podía hacer, era "desbaratar " esa etiqueta cada vez que alguien la decía por ahí haciendo un esfuerzo sobrehumano y quizás generando un momento incomodo (que me valió cuernos porque primero es mi hija) diciendo: "¡No! MI HIJA NO ES TERRIBLE, ella es tranquila y te pido por favor no vuelvas a decir eso así sea en broma y con las mejores intensiones". Santo remedio para los "etiquetadores" o "alimentadores de etiquetas", cada vez que podía alejaba a mi hija de las etiquetas y las cambiaba por frases positivas y así mi hija se formó tranquila y la etiqueta de "terrible" fue reemplazada por un "es tranquila" y yo como madre siempre reforzando esa etiqueta positiva "SÍ, ES MUY TRANQUILA". No es que mi hija de la noche a la mañana haya dejado de ser terrible, ella es curiosa y movida como cualquier niñx de su edad y por eso no la voy a mal etiquetar, pasó un tiempo y me costó trabajo el reforzar lo positivo e intentar calmarla siempre que las emociones se le hacían un cóctel. Me cuesta hasta hoy dirigirla de manera positiva y a veces me dan ganas de etiquetarla de "terremoto" cuando tiene las pilas bien cargadas y sólo cumple su tarea de ser una niña en potencia que anda descubriendo el mundo y las cosas a su modo (con límites puestos obvio). El que corra, grite, salte, se frustre, se emocione, se disfuerce, etc, etc, etc. NO LA HACE ser una niña terremoto o una niña terrible, es sólo una niña en desarrollo y la ayudo más si no la etiqueto negativamente y evito las etiquetas externas.
Hace un par de días estuvimos en un evento con gente que ella no conocía, ella había terminado de cenar y su papá se acercó y la cargó y ella tenía un puchero (a mi parecer por la gente extraña y porque había terminado de cenar a regañadientes), no faltó el comentario por ahí con una de las etiquetas que más odio "está resentida" (grrrrrrr!), tardé menos de un segundo en refutar dicha etiqueta con un "NO ES RESENTIDA, ella está así porque acaba de comer y no conoce a nadie. Por favor, no vuelvan a etiquetarla de esa manera otra vez, gracias". Dejé en claro mi posición y mi hija pronto cambió su rostro, no la dejé analizar tal etiqueta negativa nueva que recién estaba escuchando y de la cual no sabía en absoluto su significado (porque mi hija no nació con un diccionario en mano para saber el significado de cada palabra que le echan encima).
Espero en realidad, haber sido de mucha ayuda con esta explicación. Amo con locura a mi hija y te aseguro que tú tambien amas con locura a tu peque. Comparto mi experiencia y algunas conclusiones que me costó un buen tiempo analizar (y buscar información) contigo porque sé que tú amigo, amiga, como madre o padre quieres que tu hijx sea el mejor ser humano del mundo mundial y del universo universal.
Todos merecemos etiquetas positivas.❤
Josefina cumplía un mes de nacida y yo ya la había etiquetado con un "es renegona". ¿Cómo nació la etiqueta?. ¡Sencillo!. Yo "creí ver" o "supuse" que Josefina era renegona porque se entercaba para pedir teta y lloraba peor si le ofrecía el biberón. Gravísimo error de etiqueta y más aún, una catástrofe al reforzarla (si contarle a mis cercanos que ella era una minigruñona suena gracioso al principio, pero no es tan gracioso cuando empieza a crecer y ya les contaré por qué).
* ADVERTENCIA: Las siguientes líneas son sólo una opinión personal en base a algunos artículos y libros (relacionados al tema) que leí. Para despejar dudas, recomiendo consultar a un profesional.
Desde mi punto de vista, pienso que a nosotros los papás nos encanta etiquetar a nuestros peques y sobretodo con "etiquetas negativas". ¿Cómo así? , pues a medida que los pequeños van creciendo y como las etiquetas negativas suenan "taaaan divertido" porque son chiquitos y son el mejor pretexto para justificar la acción de lo que puedan estar haciendo y de alguna manera es lo peor que podemos hacer como papá o mamá. Esas etiquetas empiezan con un "es terrible", "desde pequeño se impone y es unx renegxn", "es una bala", "es unx berrinchudx", "es unx protestonx", "es muy nerviosx", "es resentidx", "mi terremotito", "mi huracán", "es una máquina del mal", "es resentidox", "celosx", "pega cuando le llaman la atención ", "es hiperactivo", etc, etc, etc. ¿Reconoces alguna etiqueta o me faltó nombrar la etiqueta para tu peque?.
Las etiquetas nacen porque nos sentimos ansiosos por conocer a la perfección a nuestrxs peques una vez que han nacido. Nos enamoramos tanto de ellxs que queremos saber todo de todo y eso indudablemente no pasa de buenas a primeras (a mi me pasó). Ellos van creciendo y a la menor acción de nuestrx pequeñx reaccionamos con una etiqueta ¡y qué etiqueta!, la mayoría de veces no es una etiqueta positiva (¿o es que alguna etiqueta mencionada líneas arriba te parece positiva?).
Solía etiquetar a Josefina con una de las peores etiquetas al mes de nacida, la etiquetaba de RENEGONA y pronto descubrí que no lo era, sólo dependía de mi seguir alimentando esa etiqueta negativa o sustituirla por una que de verdad derroche positivismo y ayude al control de las emociones de un pequeño ser que a penas estaba empezando a descubrir esas sensaciones y que era una potencial bomba atómica a punto de explotan. Opté por empezar a ser positiva ¡cuesta mucho (horrores) cambiar ese chip!. Me costaba corregir a mis familiares o amigos cuando la "reetiquetaban" de lo mismo. Sólo depende de unx mismx cómo padre y madre y también depende de cómo volcamos y desaparecemos las etiquetas negativas que gracias a nosotros, otras personas "reetiquetan" a nuestrxs hijxs.
A parte de observar a Josefina, estuve leyendo varios estudios en niños y la formación de la personalidad y del carácter y ¡Oh sorpresa! NOSOTROS COMO PADRES somos la principal influencia de ello. Quería asegurarme de estar haciendo lo correcto con Josefina y sobretodo estar guiando bien a mi pequeña, ahí me di cuenta de las muchas fallas que como padres estábamos cometiendo mi esposo y yo (te voy a explicar de manera sencilla para que me puedas entender un poco mejor). Imagínate que ingreses a un nuevo trabajo y el primer dia te etiqueten de "incompetente" o "desastrosx" (o de la etiqueta negativa que crees tú, puedan etiquetarte), te lo repitan a diario en tono de broma o el tono que quieras y sobretodo cada vez que tengas alguna frustración bajo presión, te aseguro que al poco tiempo empezarás a sentir los estragos de dichas etiquetas ¿o no?, pueda que empieces a sentirte "incompetente" o que "eres un desastre". Quizás el hecho de ser adultos ya formados no nos afecte pero de que deja una huella, la deja. Entonces ¿Te imaginas etiquetar a alguien que aún no tiene el manejo y mucho menos el control de sus emociones?.
La personalidad y el carácter de un niño se forma hasta el sexto año de vida aproximadamente (casi a la par con el desarrollo del cerebro). Eso quiere decir que durante ese tiempo, depende mucho cómo lxs formemos y depende mucho de unx como papá o mamá el cómo y con qué etiquetas lxs estamos formando.
Hasta aquí creo yo, me has ido dando alguito de razón ¿o no?. Si aún no puedes darme la razón, pues voy a explicarte un poco de cómo funcionan las etiquetas y el poder que tiene en un bebé, repito que es bajo mi punto de vista y propia experiencia (y muuuucha observación).
Como ya expliqué líneas arriba, Josefina fue etiquetada por mi, luego por la familia y casi se esparce hacia los amigos (así como el virus T y el ataque zombie). Pude frenarlo a tiempo pero fueron apareciendo etiquetas nuevas y no de parte mía o de mi esposo, esas etiquetas venían de la familia, de los amigos y del centro de estimulación ¡Quería morirme!. Por ahí la etiquetaron de "terrible" a sus cortos 7 meses, ella empezó a ser terrible y yo dentro de lo que podía hacer, era "desbaratar " esa etiqueta cada vez que alguien la decía por ahí haciendo un esfuerzo sobrehumano y quizás generando un momento incomodo (que me valió cuernos porque primero es mi hija) diciendo: "¡No! MI HIJA NO ES TERRIBLE, ella es tranquila y te pido por favor no vuelvas a decir eso así sea en broma y con las mejores intensiones". Santo remedio para los "etiquetadores" o "alimentadores de etiquetas", cada vez que podía alejaba a mi hija de las etiquetas y las cambiaba por frases positivas y así mi hija se formó tranquila y la etiqueta de "terrible" fue reemplazada por un "es tranquila" y yo como madre siempre reforzando esa etiqueta positiva "SÍ, ES MUY TRANQUILA". No es que mi hija de la noche a la mañana haya dejado de ser terrible, ella es curiosa y movida como cualquier niñx de su edad y por eso no la voy a mal etiquetar, pasó un tiempo y me costó trabajo el reforzar lo positivo e intentar calmarla siempre que las emociones se le hacían un cóctel. Me cuesta hasta hoy dirigirla de manera positiva y a veces me dan ganas de etiquetarla de "terremoto" cuando tiene las pilas bien cargadas y sólo cumple su tarea de ser una niña en potencia que anda descubriendo el mundo y las cosas a su modo (con límites puestos obvio). El que corra, grite, salte, se frustre, se emocione, se disfuerce, etc, etc, etc. NO LA HACE ser una niña terremoto o una niña terrible, es sólo una niña en desarrollo y la ayudo más si no la etiqueto negativamente y evito las etiquetas externas.
Hace un par de días estuvimos en un evento con gente que ella no conocía, ella había terminado de cenar y su papá se acercó y la cargó y ella tenía un puchero (a mi parecer por la gente extraña y porque había terminado de cenar a regañadientes), no faltó el comentario por ahí con una de las etiquetas que más odio "está resentida" (grrrrrrr!), tardé menos de un segundo en refutar dicha etiqueta con un "NO ES RESENTIDA, ella está así porque acaba de comer y no conoce a nadie. Por favor, no vuelvan a etiquetarla de esa manera otra vez, gracias". Dejé en claro mi posición y mi hija pronto cambió su rostro, no la dejé analizar tal etiqueta negativa nueva que recién estaba escuchando y de la cual no sabía en absoluto su significado (porque mi hija no nació con un diccionario en mano para saber el significado de cada palabra que le echan encima).
Espero en realidad, haber sido de mucha ayuda con esta explicación. Amo con locura a mi hija y te aseguro que tú tambien amas con locura a tu peque. Comparto mi experiencia y algunas conclusiones que me costó un buen tiempo analizar (y buscar información) contigo porque sé que tú amigo, amiga, como madre o padre quieres que tu hijx sea el mejor ser humano del mundo mundial y del universo universal.
Todos merecemos etiquetas positivas.❤
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